La crisis del coronavirus evidencia que un acontecimiento no planificado puede llevar una empresa al borde del colapso. En el momento del impacto no queda ni tiempo para tomar decisiones ni recursos para paliarlo.
Hemos de prepararnos en tiempos de paz para los tiempos de guerra como los generales que en la batalla también tienen que decidir instantáneamente cómo actuar en un contexto sumamente complejo.
Sólo pueden hacerlo porque se han preparado antes simulando cualquier
situación que pueda producirse.
Los directivos deben hacer lo mismo: gestionar activamente los riesgos,
tomar medidas de precaución, y disponer de planes de contingencia para
el momento x.
El punto de partida es un brainstorming. ¿Qué posibles riesgos afrontamos? Una epidemia que obliga al cierre temporal de la empresa, un tornado que parte la nave en dos, una huelga indefinida, una crisis económica que reduce la facturación de la noche a la mañana a la mitad, nuevas leyes que requieren inversiones millonarias para seguir con la actividad, un ciberataque, la marcha de un directivo clave, la pérdida del mejor cliente… Necesitamos una lista de nuestros riesgos lo más completa posible.
En algunos casos hay seguros para cubrir el riesgo, en otros no. Especialmente esos riesgos no asegurables necesitan una gestión activa: quién en la empresa hace seguimiento de qué riesgo, cómo evaluamos el riesgo en términos de probabilidad que se produzca y del daño producido en su caso, qué medidas de precaución tomamos, y qué vamos a hacer cuándo se materialice el riesgo sin necesidad de improvisar en ese momento.
Ejemplos de preparación:
- Líneas de crédito: los bancos más son generosos cuándo no los necesitamos
- Epidemias: simulacro de trabajo en casa (home office), por ejemplo un viernes por mes
- Pérdida de un directivo: ausencia controlada de un ejecutivo sin preaviso a los colaboradores durante 2 ó 3 semanas
- Aplicación de la teoría de portafolio en la creación de la cartera de clientes
- Instalación y mantenimiento de programas antivirus - política de compliance
Con un formato adecuado de la gestión de riesgos incluso podemos sacar provecho de una crisis.
